No olvides la comodidad de tu peque
El andador está a medio camino entre un juego para estimular el aprendizaje temprano y un juguete. Sin embargo, el bebé va sentado en el accesorio. Por eso es importante que sea cómodo para que tu hijo pueda moverse con facilidad.
El asiento sobre el que descansa el culito de tu bebé debe ser muy cómodo. Debe ser acolchado y acogedor. Aunque se recomiende dejar al niño en el andador durante periodos no superiores a ¼ de hora, debe estar sentado cómodamente.
También es importante que su juguete favorito tenga respaldo. Es cierto que a los bebés solo se les pone en el andador cuando ya pueden mantener la cabeza erguida, pero es importante recordar que aún no tienen la musculatura ni la estructura suficientes para mantenerse erguidos todo el tiempo.
El respaldo le permite reclinarse como desee mientras se mueve o juega. Cuando compres un andador, elige siempre uno con respaldo y asiento cómodos. A tu hijo le encantará pasar el tiempo yendo de una habitación a otra.
¿Debo elegir un andador evolutivo?
Esta es probablemente la mejor opción para un andador.
Tu bebé podrá utilizar su andador desde los 8 meses aproximadamente hasta los 24 meses, por lo que es fácil prever que va a crecer. Su comodidad de uso podría verse afectada si el andador no puede adaptarse a su crecimiento.
Ten en cuenta que la posición ideal del niño en su andador es la siguiente:
● Debe poder apoyar los pies planos en el suelo.
● Debe poder levantarse ligeramente a cada paso.
Por tanto, es importante evitar que permanezcan con las piernas flexionadas. Esto no solo dificulta la circulación y la movilidad del niño, sino que también puede provocar deformidades en las piernas.
Por eso, un buen andador es regulable en altura. De este modo, tu pequeño puede aprender a mover las piernas correctamente antes de dar sus primeros pasos. Es cuando está descubriendo el apoyo y la sensación de movimiento.
Así que elige un producto que pueda crecer con tu bebé.