¿Cómo elegir el portabebés?

Mochilas portabebés, mei tais, fulares, bandoleras… ¿qué portabebés elegir para llevar a tu bebé? 

El porteo es una excelente manera de transportar a tu bebé, al mismo tiempo que promueve el contacto y la proximidad entre padres e hijos. Desde el punto de vista fisiológico, la posición en M adoptada por el bebé es natural y perfectamente cómoda para él. Para entenderlo basta con ver cómo se queda dormido el peque…

Si el porteo se remonta a tiempos inmemorables, hay que reconocer que su uso está regresando con fuerza.

Utilizable desde el nacimiento, el porteo garantiza la seguridad, la proximidad al bebé y la posibilidad de moverse sin problemas.

Veamos qué tipos de portabebés existen y cómo adoptarlos.

El portabebés preformado

Equipado con correas y un asiento, este dispositivo se lleva en la parte delantera mediante correas. El bebé se sienta frente a su madre/ padre.

Existen muchos modelos de este tipo de portabebés de porteo ventral. Algunos se denominan “primera generación”, mientras que los más recientes se denominan “segunda generación”. La diferencia radica en el tipo de asiento:

● Asiento de primera generación no regulable: la altura del bebé se regula mediante pequeños insertos que se instalan debajo del niño.

● Asiento de segunda generación: puedes adaptar el asiento simplemente ajustando las correas de velcro.

En cualquier caso, la posición de los bebés está perfectamente adaptada (posición fisiológica). Además, los padres mantienen las manos libres y pueden moverse libremente.

El fular

Confeccionado con tela, puede medir entre 2,5 y 6 metros. 

Confeccionado de tejido elástico o rígido, te permite llevar a tu bebé cerca de ti, sin oprimirlo. Su posición es perfectamente natural.

De hecho, los fulares permiten que el niño adopte una posición parecida a la que tenía en el vientre de su madre. Aquí también hablamos de posición fisiológica.

En cuanto a la talla del fular, debes elegirlo en base a dos criterios:

● Tu altura y la de tu hijo.

● El número de nudos que implicará la posición que has elegido.

El anudado llamado “posición cuna” requerirá mucha más tela que una posición más básica. Ten en cuenta tu forma de anudar tu fular para elegir un modelo con las dimensiones adecuadas.

En cuanto al tejido de la bufanda, elige materiales hipoalergénicos y perfectamente seguros. El bebé puede llevarse el fular a la boca, por lo que debes asegurarte de que no representa ningún riesgo para él. Fibra de bambú, lino, algodón, fibra de soja, la elección es tuya.

El mei tai

Esta opción está a medio camino entre el fular portabebés y el portabebés preformado. 

El peque dispone de un asiento, mientras que las correas del dispositivo se atan en la parte trasera. Algunos modelos están equipados con clips que permiten cerrar todo con un solo movimiento. También es muy popular entre los nuevos padres por su facilidad de uso.

También en este caso se trata de una forma sencilla de llevar al bebé, asegurándose al mismo tiempo de que esté en una posición tan lógica como cómoda.

Fácil de instalar y perfectamente resistente, el mei-tai es evolutivo. Ajustando los nudos y cierres podrás adaptar su tamaño a medida que tu hijo crezca.

La bandolera de anilla

La bandolera es similar al fular de porteo, pero sin nudos. 

Directamente procedente de Escandinavia, este accesorio es uno de los más fáciles de usar. Una hebilla doble permite ajustar el fular, garantizando un ajuste perfecto.

El bebé se coloca contra sus padres, en posición sentado o en posición cuna. El fular suele ser de tejido elástico, o incluso de punto de lana (versión tradicional).

¿Qué accesorio de porteo elegir?

En cuanto a la elección, depende de ti. Dependiendo de tus preferencias y de tu estilo de vida podrás elegir uno u otro. 

En concreto, si tienes miedo de no saber atar el fular portabebés, opta por un portabebés o un mei-tai. Si por el contrario no quieres fijaciones con clip, opta por un fular o por una bandolera.

En realidad, todo es cuestión de gustos. Cada una de estas opciones está diseñada para satisfacer las necesidades fisiológicas del bebé (buena posición) así como las de los padres (manos libres y distribución del peso). Por tanto, debes dejarte guiar por tus preferencias.

Sea cual sea el portabebés que elijas, ten siempre en cuenta la seguridad del bebé eligiendo únicamente los accesorios adecuados. Tejido adecuado, talla suficiente, origen del accesorio, tú decides ajustar los criterios de selección.

No dudes en actualizar tu portabebés a medida que tu bebé crezca. Si es posible el porteo de tu pequeño desde su nacimiento, debes saber que puedes hacerlo hasta sus 36 meses (máximo recomendado).

En cualquier caso, debes saber que el porteo es una excelente manera de construir un vínculo especial con tu hijo. La proximidad física facilita mucho el contacto entre padres e hijos y al mismo tiempo permite que tanto padres, madres o bebés puedan moverse en una buena posición.