¿Cómo estimular el habla de tu bebé?

Si durante los primeros meses, el lenguaje del bebé se limita a balbuceos y gorjeos, muy rápidamente, empezará a prestar un interés particular a las palabras y a las voces.

El aprendizaje del lenguaje se inscribe en el tiempo, pero ahora sabemos que desde la edad más temprana el bebé está pendiente, atento a los sonidos de las voces que lo rodean y a las frases que se le dirigen. Es importante que la comunicación entre padres e hijos empiece muy temprano.

Cada bebé aprende evidentemente a su ritmo, y como madre o padre, debes acompañarlo durante este aprendizaje. A continuación, te dejamos algunos consejos prácticos para permitir que tu bebé comprenda el lenguaje desde su más temprana edad.

Habla al bebé desde sus primeros días

Una de las formas más simples de familiarizar al bebé con las voces y el lenguaje es hablarle. 

A lo largo del día, cuando esté despierto, háblale simplemente. No es necesario utilizar onomatopeyas o galimatías: háblale de manera real, adoptando un ritmo más pausado y una entonación un poco más cantarina. Es el famoso "habla maternal". Utilizando vocabulario corriente, estimularas a tu bebé familiarizándolo con la lengua y el vocabulario. Su atención se dirige naturalmente hacia su entorno directo, es por tanto el medio de exponerlo al lenguaje desde su nacimiento.

Esto participa activamente en el desarrollo de la comprensión en el niño.

Canta canciones infantiles y nanas a tu bebé

Cuando papá o mamá entonan una cancioncita, los músculos de la sonrisa del bebé a menudo comienzan a activarse. 

Ocurren dos cosas:

● Reconoce la voz que canta.

● Le cautiva el ritmo de la letra y la melodía.

Es simplemente un momento agradable para él. Además, cuando crece y comienza a balbucear algunas palabras, el bebé a menudo intenta repetir las letras al mismo tiempo que sus padres (en su lenguaje naciente). Entre otros trucos, acompaña las palabras de las canciones con signos y gestos. Poco a poco, tu peque los repetirá contigo. Es para él el comienzo de la apropiación del lenguaje (corporal) y de la comunicación.

Juega con tu hijo

El juego es un vector de aprendizaje, a cualquier edad.

El placer que proporciona facilita la asimilación. Por eso, al jugar, no dudes en nombrar todos los objetos que os rodean o que forman parte de sus juegos. El bebé pasará así directamente a lo concreto aprendiendo el nombre de todo su universo cercano.

Durante estos momentos, padres e hijos deben "hablar". Al menos, los pequeños comenzarán a imitar la forma de hablar o la articulación de sus padres. Es un excelente método para animar al bebé a pronunciar palabras reales, elegidas, estructuradas y articuladas.

La ventaja de los juegos es que pueden adaptarse a todas las edades. Concretamente, las actividades compartidas con los niños son una buena manera para que enriquezcan su vocabulario, sin sentir ninguna presión por aprender.

No dudes en utilizar un vocabulario variado

Otra manera de animar al bebé a enriquecer su vocabulario es el uso frecuente de sinónimos. 

La idea no es convertirlo en un campeón de ortografía, sino más bien permitirle comprender que varias palabras pueden designar un mismo objeto o una misma situación. Así descubrirá otras sonoridades y otras formas de comprender su entorno.

No dudes en reformular ciertas frases, insistiendo en el hecho de que el sentido no es diferente al cambiar ciertas palabras. El bebé comprende poco a poco cómo componer una frase y cómo puede matizar su lenguaje. Tanto a nivel del aprendizaje del lenguaje como de su desarrollo cognitivo, el niño captará más fácilmente las diferencias de intención entre tus frases. Buscará entender lo que se dice a su alrededor.

Haz que tu bebé conozca gente

Permitir que tu peque conozca a otros bebés u otros niños tendrá un efecto positivo en su aprendizaje del idioma.

 Aunque tu hijo escuche a menudo hablar a un adulto, frente a otros "pequeños", descubrirá otros sonidos y una manera de comunicarse. Esta socialización juega un papel importante. Siendo la imitación la mejor manera para que un bebé aprenda, estará en presencia de otros niños también deseosos de aprender a comunicarse. En la guardería, en el parque o simplemente de paseo, procura que tu pequeño conozca a otros niños. Descubrirá que no solo los adultos saben hablar.

Conversad durante las comidas

Antes de sentarse a la mesa, hay que cocinar. Precisamente, si puedes, mientras preparas tus recetas diarias, coméntale a tu hijo lo que estás haciendo. 

Por un lado, descubrirá que la alimentación pasa por la cocina y la preparación, y, por otro lado, aprenderá los nombres de los alimentos y de los accesorios útiles en el día a día. Entre las etapas del aprendizaje del lenguaje, esta forma de proceder comentando lo que hacemos permite al bebé acostumbrarse al idioma, a la voz de los adultos que lo rodean, pero también le ayudará a recordar el vocabulario que escucha.

Durante la comida, no dudes en preguntarle si le gusta su puré, si le gusta tal verdura, o incluso haciéndole repetir el nombre del plato. Verás, como progresará a pasos agigantados.

Por supuesto, todo esto ocurre gradualmente, un poco cada día, pero rápidamente, ¡descubrirás que el bebé sabe mucho de su entorno!

No lo olvides nunca: cada niño aprende a su ritmo

Como madre o padre, no compares demasiado a tu peque con los demás. Especialmente durante los primeros meses y los balbuceos del lenguaje, cada bebé avanza a su ritmo. 

Asegúrate de que esté simplemente lo suficientemente estimulado y consciente del interés de la comunicación y el lenguaje. Sin embargo, no quieras obligarlo a toda costa a hablar. Cada ser asimila la información a su manera. Puede que tu bebé aprenda todos los días sin hablar demasiado. No obstante, está memorizando muchas cosas, que comenzará a utilizar o articular cuando sienta la necesidad o esté listo.

En cualquier caso, empezar la escuela marcará un verdadero punto de inflexión para él, en la medida en que el lenguaje será necesario en ese momento. Además, es en este período cuando a veces se notan progresos prodigiosos en algunos niños "que no tienen mucha prisa por hablar". La socialización y el juego son poderosos motores.

Último consejo: no pienses que dejar a tu hijo frente a la televisión le ayudará a asimilar mejor el lenguaje. Se recomienda evitar las pantallas antes de los tres años. Como los niños están pasivos delante de una pantalla, aunque oigan voces, palabras y personajes, no están en condiciones de aprender, sino pasivos. Tu bebé, no necesariamente retendrá todo a lo que haya estado expuesto.

En resumen, tienes que pasar tiempo con tu bebé, hablarle de forma inteligible tan a menudo como sea posible, tomar el tiempo para jugar con él y favorecer su socialización. Haciendo todo esto, verás como tu pequeño se convertirá rápidamente en una pequeña cotorra.