¿Cómo bañar a tu bebé?

Bañar a tu bebé se trata tanto de lavarlo como de relajarlo. Este momento de complicidad puede resultar un poco estresante al principio.

Sin embargo, adoptando los reflejos adecuados y garantizando que se cumplan todas las condiciones, el baño se convertirá en un momento agradable que desearás compartir con tu hijo.

La cantidad de agua en la bañera, la temperatura de la habitación y del baño, las acciones que debes adoptar, te damos todos los consejos necesarios para hacerte la vida más fácil.

¿Cuándo debes bañar a tu bebé?

Puedes darle un baño a tu bebé todos los días, especialmente si después se calma o si le encanta chapotear.

Sin embargo, no es necesario darle un baño todos los días. Un baño cada dos o tres días es suficiente, siempre y cuando le limpies las partes que necesitan atención todos los días. Si le limpias la carita, el culito y sus partes íntimas todos los días, el baño no es obligatorio.

Hay que tener en cuenta que los baños son un momento para limpiarse, pero también un momento para la relajación y la creación de un vínculo entre los padres y el bebé. Disfruta de estos momentos especiales, pero no te sientas culpables si no puedes bañarlo todos los días. Son suficientes entre 2 y 4 baños por semana.

¿Cómo preparar el baño de tu peque?

En primer lugar, debes prestar atención a varios puntos:

● Posición: es importante que estés en una posición cómoda para bañar a tu bebé.

● La temperatura: tanto la de la habitación como la del agua son importantes.

● Prepara el jabón y los accesorios: asegúrate de tener el jabón, el paño o manopla, la esponja y la toalla de baño a tu alcance cuando lo laves.

Adopta una posición cómoda

Para facilitarte la tarea, es importante que la altura a la que bañes a tu hijo sea lo suficientemente alta como para que no tengas que doblarte por la mitad.

En una posición estable y fácil de mantener, tendrás las manos libres y toda tu atención estará dedicada a tu hij@. Por lo tanto, se recomienda utilizar una bañera para bebés que se instale a una altura suficiente para controlar completamente la situación.

La temperatura

La temperatura de la habitación y la del agua son muy importantes para el confort de tu bebé. Su piel y su cuerpo son muy sensibles a los cambios.

  • La temperatura ambiente debe estar entre 22°C y 24° para que el bebé no tenga frío cuando le quites la ropita o cuando lo saques del agua..
  • La temperatura del agua debe estar entre 35°C y 37°C, nuevamente, para garantizar su confort. No dudes en comprobar si el agua está lo suficientemente caliente con un termómetro de baño.
La temperatura del agua le recuerda al bebé las condiciones en las que creció en el cuerpo de mamá. Así, la experiencia del baño tiene un lado inmersivo que ayudará a calmarlo.

  • Truco:
    Desde los primeros días, controla la temperatura con un termómetro, pero también con el codo. Poco a poco, con sólo utilizar el codo, sabrás si la temperatura del agua es buena para bañar a tu bebé.
  • Preparando los accesorios

    Antes de bañar a tu peque, asegúrate de preparar todo lo necesario.

    • La temperatura ambiente debe estar entre 22°C y 24°C, para que tu peque no tenga frío cuando le quites su ropita o cuando lo saques del agua.
    • La temperatura del agua debe estar entre 35°C y 37°C, nuevamente, para garantizar su confort. No dudes en comprobar si el agua está lo suficientemente caliente con un termómetro de baño.
    Bañar a un bebé requiere sostenerlo continuamente. De hecho, es importante preparar todo lo necesario para que puedas sujetarlo fácilmente con una mano.

    Recuerda los consejos más importantes:

    ● Instala la bañera de forma que su posición le resulte cómoda.

    ● Compruebe siempre la temperatura del agua del baño: entre 35°C y 37°C.

    ● Debes evitar las corrientes de aire, la piel del bebé es muy sensible a ellas.

    ● Sujeta siempre a tu bebé, nunca lo dejes sin supervisión.

    ● Entre 5 y 10 minutos es suficiente.

    Estos son los principales consejos que debes tener en cuenta para que el baño sea seguro y tan agradable para ti como para tu bebé.